Todos los seres humanos compartimos dos características muy particulares, la primera es que a veces hacemos cosas de las que nos arrepentimos o sabemos que nos hacen daño de alguna manera (ej. Abandonar el ejercicio, comer mucha chatarra, aplazar responsabilidades, evitar conversaciones difíciles, mantenernos en una relación dañina, gritarle o tratar mal a un ser querido), y la segunda es que la mayoría de las veces no sabemos porque lo hacemos y nos pasamos horas intentando entender o saber porque lo hacemos, casi todo el tiempo hasta llegar al punto de frustrarnos por no lograrlo.

La verdad absoluta de las cosas es que nosotros nos comportamos y pensamos de la manera en que lo hacemos porque alguna vez nos sirvió de alguna forma, o porque en cierta medida nos está generando algún beneficio; normalmente puede que este beneficio no sea muy aparente, o incluso no parezca muy grande cuando lo comparamos con los costos que ha tenido sobre nuestra vida. Pero déjame decirte que por mas pequeño que sea el beneficio, mientras exista alguna manera en que ese comportamiento dañino te sirva para algo, entonces seguirá ocurriendo hasta que encuentres una manera mejor o mas saludable de alcanzar este resultado.

Piénsalo de esta manera, muchas veces frente a una ruptura de relación de pareja lo primero que hacemos es intentar recuperar a esa persona o saber sobre ella o el de alguna manera, revisamos sus redes sociales, le preguntamos a nuestros conocidos en común como le esta yendo, intentamos contactarnos por teléfono, correo o incluso intentamos llegar a su casa esperando encontrar a esta persona que amamos y tememos perder. Si notas estos comportamientos realmente no son muy bien vistos socialmente, de hecho, puedes sentir vergüenza después de hacerlos o al recordar que alguna vez los hiciste, pero todos tienen un aspecto en común: en cierta medida te acercan a esta persona, mientras que se reduce un poco el malestar o esa emoción que estas sintiendo o sentirías de no haber hecho este comportamiento.

Un segundo ejemplo puede ser visto con las acciones agresivas, muchas veces ante una situación de conflicto con nuestra pareja, un padre, un hermano o un amigo, podemos llegar al punto en donde gritamos, insultamos o tratamos irrespetuosamente a la persona con la que tenemos diferencias, claro después del momento de ira sentimos mucha culpa de habernos comportado de la manera en que nos comportamos, incluso nos damos cuenta que dijimos cosas que ni siquiera pensamos realmente, muchas veces viene a la conversación la frase “estaba cegado por la ira”. Pero si notas de manera detallada, estos comportamientos te permitieron defenderte frente a la situación que estabas experimentando, tal vez esos gritos y palabras groseras hicieron que tu punto de vista fuera tenido en cuenta, o tal vez ese insulto hizo que la otra persona dejara de oponerse a ti y cediera frente a tu solicitud.

El punto esta en que muchas veces los comportamientos dañinos que hacemos tienen algún beneficio inmediato, así sea muy pequeño o mínimo. Entonces ¿Qué hacemos para cambiar esto?, no es una respuesta sencilla de dar porque depende de cada caso y situación particular, de hecho eso es lo que hacemos como psicólogos en consulta, evaluamos que situaciones generan esos comportamientos dañinos y analizamos las consecuencias que hacen que sigan apareciendo, con el fin de entrenar habilidades y estrategias alternativas para ayudarte a conseguir los objetivos que tienes en tu vida de una manera mas sana, o de una forma en que no ocurran estas consecuencias desagradables a largo plazo.

Sin embargo, aquí te daré unos tips para poder empezar a reconocer y cambiar algunos de estos comportamientos:

  • Identifica que consecuencias ocurren en ti o en la situación que resulte beneficioso. En ocasiones solo se trata de que a corto plazo obtenemos un alivio del malestar o la incomodidad de la situación.
  • Reconoce tus valores personales. Ese comportamiento que estás haciendo ¿realmente representa la persona que quieres ser en la vida?
  • Aprende estrategias alternas para conseguir tus objetivos. Algunas de estas pueden ser habilidades para tolerar el conflicto, comunicarte asertivamente, expresar tus inconformidades, negociar ante una situacion.
  • Asiste a consulta con un profesional en salud mental. Algunas de las herramientas que podemos aprender para cambiar estos comportamientos solo pueden ser aprendidas en un espacio terapéutico, con profesionales que son expertos en estas estrategias.

Harris, R. (2011). The happiness trap: Stop struggling, start living.

Jorge Torres Lancheros – Psicologa.co – Especialistas en Salud Mental

www.psicologa.co – Especialistas en Salud Mental – 320 3379561 – Bogotá, Colombia

Psicologa.co 

Somos un grupo de Especialistas en Salud Mental en Bogotá para el tratamiento de Depresión, Ansiedad, Trastornos Emocionales y proceso de vida en niños, jóvenes, adultos y parejas. Puedes pedir una cita con un especialista en los siguientes canales y comenzar tu tratamiento hoy mismo.

Psicologa.co – Especialistas en Salud Mental

Psicologa.co

 320 3379561

Consultorios Carrera 16  # 80 – 77  – Barrio Antiguo Country – Bogotá, Colombia. 

  Psicologa.co – Especialistas en Salud Mental

Depresión Bogotá, ataque de pánico, ataque ansiedad, psicólogos en Bogotá, psicólogos, depresión, Ansiedad, psicologa, psicologa.co, ayuda psicologica, Psicoterapia, terapia depresión, sentido de vida, terapia ansiedad psicoterapia, depresión postparto, Salud Mental, stress, habilidades sociales, adolescentes, estres, stress, insomnio, sueño, ayuda psicológica, meditación, desempleo, anorexia, vejez, parejas, relaciones