El estrés se ha convertido en una temática de la cual se habla de manera constante en diferentes contextos y fuentes de información, muchas veces las personas que asisten a procesos terapéuticos, manifiestan el estrés como su principal motivo de consulta, del cual esta asociado casi siempre al contexto laboral. Pero en algún momento nos ha surgido la pregunta ¿Por qué actualmente tantas personas sufren de estrés? ¿Qué ha cambiado actualmente para que tantas personas manejen niveles de estrés tan altos?Vamos a detenernos en revisar estos cuestionamientos; en los últimos años se han venido generando cambios drásticos en el mundo del trabajo, antes la actividad laboral estaba enfocada a un trabajo físico y de mano de obra, ahora tiende hacer una actividad más de tipo mental, de solución de problemas, de innovación, producción de información, gestión del conocimiento, creación de servicios, entre otros; a esto se le incluye una actividad laboral que muchas veces no es estática si no es dinámica e implica la incertidumbre y la ambigüedad. Estos cambios también han estado en la manera en como se desarrolla las actividades diarias, anteriormente el trabajo estaba destinado a cumplir tareas de manera individual, ahora el trabajo en equipo prevalece, lo que requiere otro tipo de habilidades y competencias, en donde para muchas personas implica un factor estresante, ya que al trabajar con diferentes equipos de trabajo hay así mismo múltiples características diferentes de personalidad, misiones distintas y formas de trabajar diversas (Peiró, J, 2003).
Frente a las condiciones de trabajo también se han venido dando cambios, formas de flexibilidad en los contratos laborales, dedicación y flexibilidad horaria, espacios de trabajo. Se ha venido incrementando la necesidad de impulsar el sector de servicios, lo que genera mayor interacción con el cliente, aspecto que ha implicado incluir un factor emocional en las estrategias para vender diferentes tipos de servicios, elementos que a lo mejor anteriormente no tenían tanto valor como ahora (Peiró, J, 2003).
Toda esta caracterización supone cambios importantes en la actividad laboral, que para muchos se ha convertido en motivos claves y en factores desencadenantes del estrés; sin embargo, es importante exponer que desde una mirada critica quizás hemos caído en que los cambios a nivel político, económico, social son los determinantes del estrés en las personas, pero para poder determinar esto son múltiples los causantes de este, incluye un factor colectivo e individual; adicional el estrés en las personas también puede estar relacionado con los niveles de exigencia muy elevados que luego no pueden ser cumplidos por falta de recursos o factores externos a ellos; en este desajuste, también se puede dar uno entre las expectativas y la realidad, las demandas y la capacidad de control, todo esto empieza a generar malestar en la persona por no poder cumplir con lo que de cierta manera era importante y estaba alineado con sus metas y objetivos personales y laborales. Adicional en este proceso es importante identificar las diferencias individuales que posibilitan determinadas respuestas y habilidades de tolerancia ante demandas estresantes (Peiró, J, 2003).
Si nos detenemos en determinar porque ciertas personas tienen capacidades para manejar experiencias de estrés y otras personas no, posiblemente no encontraremos una sola respuesta, sin embargo estas son habilidades y estrategias de afrontamiento que se construyen desde la primera infancia en las primeras actividades en las que el niño debe cumplir con ciertos resultados y expectativas del ambiente real; y esto se va dando en un proceso continuo en el que los cuidadores principales se convierten en modeladores del manejo de la frustración y del control de situaciones difíciles o demandantes.
Por otro lado, hemos encontrado que el estrés se ha convertido muchas veces en un escudo frente a situaciones demandantes, en donde puede ocasionar victimizar a las personas y no dejarlas fortalecer esas estrategias de afrontamiento, provocando que el estrés se convierta en una enfermedad patológica desde la cual ya se etiqueta a la persona con esto, como ocurre cuando en una empresa realizan baterías de riesgo psicosocial y el resultado es “altos niveles de estrés, acudir a un especialista”, sin embargo desde allí ya se le imposibilita a la persona ver el estrés como una reacción que tiene el cuerpo frente a una acumulación de sucesos que provocan malestar y que de esta manera hay que empezar a tomar conciencia y desarrollar y fortalecer estrategias de afrontamiento; estos resultados a veces lo que ocasionan es victimizar y no darle posibilidades de cambio a la persona, en donde muchas veces si es necesario acudir a una persona especialista que le permita llevar un proceso conjunto en el manejo de situaciones de estrés, pero que estos procesos permitan empoderar y aclarar sus propias estrategias, y no que se convierta en dar unos “Tips para el manejo del estrés”.
Referencias:
Peiró, J. (2003). El Estrés Laboral: Una perspectiva individual y colectiva. Universidad de Valencia.
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