Pantallas y la vida social en niños y niñas

En la actualidad, los niños y niñas han hecho mayor uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, generando un aumento significativo en el contacto con “pantallas”, entendidas dentro de un grupo de dispositivos electrónicos que se trasladan a un desafío respecto a los beneficios y riesgos que supone en diferentes contextos, siendo un tema de estudio por diferentes autores en correlación con la socialización. Tanto el contacto desde temprana edad como su uso generalizado ha hecho que el relacionamiento con el ámbito familiar, social y con el mundo en general sea diferente respecto generaciones anteriores, en el caso del internet, este se rige en la época moderna como principal fuente de aprendizaje, juego, comunicación, socialización, búsqueda de información y compras.

Es así como desde la aparición de primeras pantallas los investigadores sociales se han inquietado por conocer potenciales efectos, especialmente a nivel cognitivo con las teorías de Albert Bandura, de tal manera que se expone desde esta perspectiva que una parte del aprendizaje social se produce por observación del comportamiento de otros y de sus consecuencias, entendiendo que partir de modelos, valores y patrones de conducta, todos vamos aprendiendo de forma vicaria.

Por un lado, se han valorado las pantallas como elementos favorecedores de la educación, en lo accesible del mundo digital con necesidad  de mayor inclusión dentro de un enfoque diferencial por raza, economía, género, origen étnico, discapacidad, desplazamiento o aislamiento geográfico, acercando a los niños en diversas condiciones a oportunidades en el ámbito educativo según la UNICEF, de la misma manera en que estudios han demostrado que al exponer de forma moderada a niños mayores de 3 años a contenido de alta calidad educativa, especialmente en acompañamiento de un adulto con interés, puede promover el aprendizaje y la conducta pro-social. Se ha entendido cómo se favorece la socialización a partir de conexiones con amigos, familiares y la posibilidad de nuevos relacionamientos, en el medio virtual se pueden expresar ideas desde el respeto y la tolerancia, así como se puede mejorar el rendimiento académico contactando con docentes y compañeros de estudio.

Por otra parte se ha venido asociando el notable decrecimiento en las relaciones interpersonales con el tiempo de dedicación a los medios tecnológicos, asociado esto también a prácticas de crianza donde para algunos casos, la escasa dedicación de tiempo se traslada a entretener a niños y niñas para la quietud, que en esa correspondencia de la formación en casa respecto al tiempo de dedicación en pantallas puede aumentar considerablemente la percepción de comportamientos inadecuados en niños y niñas, asociado a familias que no supervisan y/o controlan el tiempo de consumo de pantallas de sus hijas e hijos, según lo afirman Ortega y Pinto (2021). Igualmente, se ha demostrado que en niños preescolares la exposición de tan solo 20 minutos visualizando una caricatura de ritmo rápido tiene un impacto negativo sobre las funciones ejecutivas, incluida la atención, la capacidad de retrasar la gratificación, la autorregulación y solución de problemas (Lillard & Peterson, 2011).

Además, se evidencian estudios asociados con el impacto de los medios de comunicación anteriormente de forma televisiva y los videojuegos respecto a los efectos del contenido violento en que los niños pueden considerar la violencia como una interacción divertida al ponerla en práctica con los demás o ya sea llegar a desensibilizarse frente al sufrimiento ajeno, adicional que se utiliza una estrategia persuasiva hacia el consumo en lo que ha sido el análisis de la publicidad de juguetes, basada en la comunicación directa con el usuario a pesar que el niño no sea el comprador principal. Existe mayor exposición a riesgos por el uso pantallas ya sea televisión, videojuegos, ordenadores e internet, teléfono móvil y uso de redes sociales, en lo cual se destaca la recepción de información inexacta o falsa, el acceso a contenido inadecuado o perjudicial, implicando problemáticas como el ciberacoso, ciberbulling y grooming, acceso a pornografía, escasa seguridad e intimidad del niño o niña, datos personales, pérdida de noción del tiempo que podrían llevar al aislamiento y otros temas de preocupación respecto a su socialización o relacionamiento a partir de estos medios a pesar de la corta edad.

De esta manera, el Estado Mundial de la Infancia 2017 propone aprovechar lo positivo de las tecnologías y limitar el daño con los siguientes aspectos:

• Proporcionar a todos los niños el acceso a recursos en línea de alta calidad.
• Proteger a los niños de los daños en línea.
• Proteger la privacidad y la identidad de los niños en línea.
• Impartir alfabetización digital para mantener a los niños informados, comprometidos y seguros en línea.
• Aprovechar el poder del sector privado para promover normas y prácticas éticas que protejas y beneficien a los niños en línea.
• Poner a los niños en el centro de la política digital.

Finalmente, se entiende que la tecnología digital se encuentra en medio de nuestras vidas irreversiblemente, por lo que es importante establecer recomendaciones como:

• Identificar la importancia de informarnos acerca del efecto de las pantallas en el desarrollo, el aprendizaje y el comportamiento infantil.
• Evaluar el impacto de uso de cada dispositivo, correspondiente a la edad
• Conocer pautas de salud pública para el tiempo de pantalla en entornos de cuidado infantil, especialmente en todo el ámbito educativo.
• Clarificar objetivos para el uso de la tecnología para el aprendizaje.
• Evaluar el tipo de contenido y la cantidad de tiempo frente a pantallas, ya sea en casa o en el aula.
• Evitar el uso de pantallas en la primera infancia basado en el incremento de juegos como una opción pedagógicamente segura.
• Desarrollar alternativas de dinámicas, divertidas y accesibles, incrementando la dedicación de tiempo y el fortalecimiento de vínculos.

Referencias: 

Lillard, A. S. & Peterson, J. (2011). The immediate impact of different types of television on Young children’s

Álvarez Cadena, K. A., Mora Alvarado, K. G., Pilamunga Asacata, D. E., & Naranjo Kean Chong, M. K. (2020). Tiempo en pantalla (televisión, computadora, celular, tabletas) en las relaciones interpersonales entre niños de 8 a 12 años. Horizontes. Revista De Investigación En Ciencias De La Educación, 4(15), 258–266. https://doi.org/10.33996/revistahorizontes.v4i15.113

Ortega-Mohedano, F. y Pinto-Hernández, F. (2021). Predicción del bienestar sobre el uso de pantallas inteligentes de los niños. Comunicar: Revista Científica de Comunicación y Educación, 29(66), 119-128. https://doi.org/10.3916/C66-2021-10

Nataly Nazate – Psicologa.co – Especialistas en Salud Mental

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