Como bien sabemos somos personas sociales, por lo cual, en muchas ocasiones nos dejamos presionar por las diferentes propuestas que imponen con respecto a nuestra forma de ver nuestro cuerpo y como debemos obtener esta “perfección”. Sin embargo, se ha demostrado que son más las personas que sobrepasan los límites de lo saludable en ese intento de alcanzar un “ideal”. Se ha visto en innumerables estudios que existe una relación entre la salud y la alimentación y el ejercicio (Ayllón, 2021).

Es allí donde aparece el termino Ortorexia nerviosa el cual se entiende como la obsesión por comer sano, definido como un posible trastorno de la conducta alimentaria, el cual actualmente se encuentra en estudios (Ayllón, 2021).

Dentro de los síntomas se identifican conductas obsesivas por ingerir alimentos saludables, la cantidad que se ingiere, aislamiento social, alteración de la percepción del cuerpo y un control patológico del peso. De igual manera, se puede evidenciar que algunos individuos eliminan determinados alimentos por considerarlos perjudiciales (lácteos, carnes, grasas…), y en otros casos el rechazo de todo conservante o colorante hace que la cantidad de alimentos que pueden ingerir se limite en exceso. Existe también la limitación a alimentos exclusivamente de un origen en concreto (orgánicos, productos solo de huerta) o cocinados de una forma en particular (crudos, cocinados solo en un material en concreto, como el barro) o incluso una forma particular de masticar (Ayllón, 2021).

Debido a estas conductas realizadas, las personas presentan afectación en su salud física y mental, con respecto a la salud mental algunos estudios han demostrado que la persona puede generar aislamiento social, conductas obsesivas, afectación en sus neurotransmisores, conductas eufóricas y ansiosas, presentan pensamientos rígidos y con autoexigencia relacionado con su percepción corporal, sentimientos de culpa, y en ocasiones pensamientos distorsionado o psicóticos (García, et. al., 2014).

Dicho esto, es importante tener en cuenta que nuestros hábitos alimenticios pueden ser adversamente afectados por los medios de comunicación que envían mensajes engañosos al público, se debe prestar atención a lo que se come y mostrar interés por una alimentación saludable lo que puede ser en general una medida que ayuda a mantener y a potenciar la salud y el bienestar, pero, cuando la obsesión por “comer sano” se lleva al extremo, se imponen prohibiciones y se programa detalladamente las comidas, se debe generar una alarma y buscar un profesional que pueda orientar este proceso (García, et. al., 2014).

Referencias

Ayllón. (2021). La ortorexia nerviosa ¿otro nuevo trastorno? Revista digital de Medicina Psicosomática y Psicoterapia.  11 (2). Recuperado de https://www.psicociencias.org/pdf_noticias/La_ortorexia_nerviosa._Otro_nuevo_trastorno_B.Ayllon.pdf

García, Ramírez, Ceballos y Méndez. (2014). ¿Qué sabe Ud. Acerca de… Ortorexia?. Rev Mex Cienc Farm 45 (2). Recuperado de http://www.scielo.org.mx/pdf/rmcf/v45n2/v45n2a10.pdf

 

Angie Ortiz-  Psicologa.co – Especialistas en Salud Mental

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