En la actualidad  la eyaculación precoz es una de las disfunciones sexuales más comunes que afectan a los hombres. Es un patrón persistente o recurrente en que la eyaculación durante la actividad sexual en pareja sucede aproximadamente en el minuto siguiente a la penetración o coito y antes de que lo desee la persona, se trata de una falta de control sobre el reflejo eyaculatorio.

 

Para cumplir el criterio diagnóstico, es necesario presentar lo siguiente: Debe estar presente durante al menos 6 meses y ocurrir todas o casi todas la veces, debe causar angustia significativa a la persona y se debe especificar si es de tipo “de toda la vida: desde el inicio de las relaciones sexuales” o “adquirida: el problema comenzó tras un período de funcionamiento sexual relativamente normal”, criterios del DSM V, 2013.

Es común encontrarse que hay una importante presencia de ansiedad anticipatoria que está asociado con el acto sexual, llevando a que los hombres presten atención a las señales preorgásmicas  y suele ocurrir que durante esta relación sexual se presenten pensamientos relacionados a la preocupación, expectativas insuperables, temor e inseguridad, esto va a llevar a que tenga una dificultad para conectar con las sensaciones y generará una respuesta sexual afectada. También, es importante reconocer, que existen diferentes causas relacionadas a esta problemática, como lo son las causas físicas, dificultades en la circulación del pene, desequilibrios hormonales y efectos secundarios de medicamentos. Como causa psicológica se encuentran la ansiedad, depresión, estrés relacionado a la familia, trabajo, económico, etc. (Kaplan, 2010).

 

 

  1. ¿Cuáles son los efectos de la eyaculación precoz?
    • Autoestima baja ya que en nuestra sociedad los hombres suelen ser medido por la dureza de su erección y su “poder de permanencia”.
    • Suelen ser ansiosos por su capacidad de desempeño.
    • Dificultades en las relaciones de pareja.
    • Hipervigilancia o auto monitoreo de la respuesta sexual.
    • Ansiedad en la pareja.
    • Miedo o inseguridad que aparezca la eyaculación premeditada.
    • Depresión.
    • Frustración por su desempeño.
    • En el peor de los casos, suelen evitar el encuentro sexual para no sentirse frustrados.
    • Todo esto a largo plazo va a generar una pérdida de deseo, que aparece como diagnóstico secundario.

     

    Ante este tipo de problemáticas casi el  60% de los hombres buscan ir a terapia para tratar la eyaculación precoz, por lo que es importante consultar con un médico o especialista para descartar alguna patología orgánica asociada a la eyaculación y al funcionamiento sexual. Si la causa no es orgánica, se recomienda acudir a un profesional de salud mental para realizar la evaluación correspondiente. De acuerdo a la gravedad del caso, se emplean tratamientos farmacológicos (debe ser prescrito por especialista) o terapias psicológicas (Kaplan, 2010).

 

Las terapias psicológicas, han tenido mucha evidencia y han demostrado su efectividad en esta problemática sobretodo la terapia cognitivo conductual y contextual, aquí encontrarán  algunos ejercicios:

  1. Atención Plena Mindfulnesss

Se permitirá tomar consciencia del momento presente con aceptación (sin juzgar la experiencia), por medio de esto, se llevará a que la sexualidad sea experimentada desde la atención plena para que pueda presentarse de manera más intensa y satisfactoria. El objetivo es entrenar la atención plena o el estar en el aquí y ahora en este tipo de interacciones (Siegel, 2011).




  • Ejercicio Eating mindful: Se realiza eligiendo algun tipo de dulce  o comida, se le indicará que centre su atención en las sensaciones que produce la comida.
  • Ejercicio respiración consciente: Deberán tomar una postura cómoda, y se le pedira que se concentre en su respiración, en el momento de llegar algún  pensamiento tendrá que dejarlo pasar amablemente sin juzgar el contenido de este y  se centrará nuevamente en la respiración.
  • Ejercicio de body scan: Este ejercicio se focaliza en las sensaciones en el momento de tener alguna actividad sexual. Es decir, al momento de masturbarse o tener una relación sexual, indicarle que focalice su atención en las sensaciones que siente y deje al lado los pensamientos intrusivos.
  1. Fantasía dirigida, por medio de ejercicios de imaginación, se llevará a que la persona pueda pensar o recordar estar en una relación sexual mientras se masturba, con esto se busca que la excitación se presente a través de un estímulo interno (dilatando la duración de la masturbación) y no externo como por ejemplo, ver pornografía, al ser un estímulo con imágenes tan explicita, lleva a que el hombre pueda excitarse y durante la masturbación que se presente una eyaculación más rápida.
  2. Ejercicios de Kegel, en estos ejercicios, el hombre deberá contraer y relajar el músculo de Kegel, esto deberá hacerse en cualquier momento para seguir entrenandolo (Fernández, 2014).
  3. Ejercicios en pareja

Se deberán estimular en pareja limitando su capacidad perceptiva y sensorial, por ejemplo, previo al acto sexual (sin coito), es importante vendarse los ojos, utilizar objetos que ayuden a generar mayor placer, luego se enfocarán en poner atención a las sensaciones que se están percibiendo con los 5 sentidos (oídos, vista, olfato, gusto y tacto), en estos juegos de roles, se deberán intercambiar el rol que realiza cada uno (Fernández, 2014).

 

Referencias

American Psychiatric Association (2013). DSM-5 Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders. 5th ed. Arlington.

Fernandez, D. (2014). La  eyaculación  precoz.  Actualización del  tema. Revista  Clinica  Médica  de Familia. Vol. (7), 45-51.

Kaplan, H. S. (2010). Manual ilustrado de terapia sexual. Bogota, Colombia: Penguin Random House Grupo Editorial.

Siegel, R.D. (2011). La solución mindfulness: prácticas cotidianas para problemas cotidianos. Bilbao: Desclée de Brouwer.

 

Stephanie Arcila  – Psicóloga Clínica – Psicologa.co – Especialistas en Salud Mental

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