El que cuida al familiar enfermo también debe ser cuidado

En algún momento de la vida algún familiar puede tener una enfermedad crónica  y los roles y las responsabilidades dentro de la familia pueden llegar a cambiar, debido a que el familiar puede requerir de un mayor cuidado. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2005), las enfermedades crónicas son aquellas que pueden ser de larga duración y de progresión lenta. Algunas de estas enfermedades pueden causar dependencia a las personas en las actividades básicas (bañarse, alimentarse, ir al baño, vestirse, entre otras)  e  instrumentales (cocinar, ir de compras, manejo de las finanzas, entre otras).

De acuerdo con Achury, et al (2011) en la práctica diaria  y cultural, se considera que los únicos que requieren cuidado son aquellos pacientes que dependen de otros para la realización de sus actividades diarias.  No obstante, la labor del cuidador de un paciente con una enfermedad crónica genera un impacto en su calidad de vida,deja a un lado sus necesidades y requerimientos personales, debido a que dejan estar al tanto de su cuidado y a centrar toda su atención y tiempo en el familiar.

Según la OMS(2002), la calidad de vida es “la percepción del individuo de su posición en la vida en el contexto de la cultura y sistemas de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, expectativas, valores e intereses”; la OMS dice que la calidad de vida no es un estado de salud, estilo de vida, satisfacción con la vida, estado mental ni bienestar, sino que es un concepto multidimensional que debe tener en cuenta la percepción por parte del individuo de este y otros conceptos de la vida. La calidad de vida se puede definir por diferentes dimensiones; física, psicológica, social y espiritual.

Teniendo en cuenta las dimensiones anteriormente mencionadas, el cuidador debe estar atento de:

Cuidar su salud física: estar al tanto de cuando se presente fatiga, alteraciones de sueño, alteración en la funcionalidad de las actividades diarias,  náuseas, alteración en la alimentación, dolores y malestar físico. De acuerdo con Espinosa (1996) (citado por Achury , et al. 2011) el malestar físico se puede presentar debido a que tienen menos descanso, mayor desgaste físico, hipoxia, estrés emocional, ansiedad, depresión, sentimientos de culpa, problemas de memoria, etc., y esto corresponde a lo denominado el síndrome de agotamiento del cuidador. Es por ello que si el cuidador presenta alguno de estos síntomas debe asistir a atención médica con el fin de poder hacer una valoración y acompañamiento a su salud física. De igual manera, es recomendable continuar con sus horarios de alimentación,  tener una alimentación balanceada, mantener hábitos de sueño, realizar actividades físicas y de relajación.c

Cuidar su salud psicológica:  El cuidador debe conocer su estado cognitivo y afectivo. Puede pasar que el cuidador presente dificultades de atención y concentración en sus actividades cotidianas, como en el trabajo, planeación  y asistencia a citas médicas, estar al tanto del tratamiento farmacológico de su familiar. También puede pasar que puede sentir angustia, estrés, tristeza, culpa,  ira o dificultades para aceptar la enfermedad de su familiar. Puede también que no haya recibido ningún apoyo desde el diagnóstico de la enfermedad del familiar, es por ello que es pertinente que reciba ayuda por parte de un profesional que le permita gestionar sus emociones. 

Cuidar su área social:  La vida social y familiar puede verse afectada también,ya sea por que no cuente con el apoyo de otros familiares o por que deja de frecuentar entornos sociales, por estar al tanto del cuidado de su familiar. Es importante fortalecer la red de apoyo y contar con la ayuda de sus familiares para el manejo de horarios del cuidado del enfermo.

Cuidar su área espiritual: Para algunas personas, según  Achury, et al (2011) el valor espiritual constituye el respaldo a situaciones difíciles, ya que proporciona orientación y sentido a la vida, genera cambios positivos para el cuidador (como compromiso y responsabilidad para con el otro); además de sentirse útiles y aferrarse a las creencias religiosas y culturales pensando en el bienestar de la persona cuidada y teniendo la esperanza de la recuperación del familiar.

Referencias bibliográfica

Achury, Diana Marcela, & Castaño Riaño, Hilda Maherly, & Gómez Rubiano, Lizbey Andrea, & Guevara Rodríguez, Nancy Milena (2011). Calidad de vida de los cuidadores de pacientes con enfermedades crónicas con parcial dependencia. Investigación en Enfermería: Imagen y Desarrollo, 13(1),27-46.[fecha de Consulta 2 de Agosto de 2021]. ISSN: 0124-2059. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=145221282007

Organización Mundial de la Salud(2005). Enfermedades crónicas. Disponible en: http://www.who.int/topics/chronic_diseases/es/.

Organización Mundial de la Salud (OMS, 2002). Calidad de vida. Programas Nacionales de Lucha contra el Cáncer: directrices sobre política y gestión. Ginebra. Disponible en: https://apps.who.int/iris/handle/10665/42529

Marcela Alarcón Cepeda  – Psicologa.co – Especialistas en Salud Mental

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