Muchas veces traemos esta emoción de culpa en nuestros hombros que por momentos resulta muy pesada de llevar, que incluso te habrás preguntado ¿Por qué me siento tan culpable? y es así como esta culpa ha entrado en tu vida que en incluso en pequeñas situaciones aparece para saludarte y evaluar tu desempeño, casi siempre desde una evaluación con resultado negativo ¿verdad?
Bueno, la razón principal por la que la culpa se instala en nosotros se reduce a los modelos que recibimos de pequeños. Casi siempre nos enseñan a buscar la aprobación de nuestros padres o cuidadores. Cuando hacemos algo bueno nuestros padres nos premian y recibíamos su aceptación, cuando hacemos algo malo recibimos desaprobación.
Vemos que los niños desean recibir aceptación y emociones agradables por parte de sus padres, esta necesidad hace que los niños utilicen sus recursos personales para conseguirla. Las consecuencias a largo plazo, es que empezamos a dirigir nuestro comportamiento en base a la aprobación de los demás. Esto nos lleva a crearnos reglas en nuestra cabeza de que tenemos que hacer y decir lo que los demás esperan de nosotros a fin de recibir su aprobación.
Usualmente intentamos no decepcionar a aquellas personas que consideramos importantes en nuestra vida, con el fin de ser aceptados por ellos, por lo que terminamos comportándonos a favor de lo que sabemos que van a aceptar y aprobar. De este modo reducimos el riesgo de desaprobación social (Etxebarria y Pérez, 2003).
Sin embargo, cuando experimentamos la desaprobación de alguien, muy probablemente llegue la emoción de la culpa. Diversos estudios se han centrado en los eventos o situaciones que desencadena la culpa, como es el de Baumeister, Reis et al. (1995), en el que pidieron a un grupo de 74 universitarios que relataran su experiencia más reciente de 6 emociones negativas diferentes, encontraron que las fuentes más comunes de la experiencia de culpa eran el “descuido de la relación con alguien”, “fallo en el cumplimiento de obligaciones o compromisos con alguien” daban cuenta de más del 30% de los relatos de culpa. Otros eventos que provocaban sentimientos de culpa eran en orden de mayor a menor frecuencia, los siguientes: “infidelidades sexuales o amorosas”, “ser rudo, desagradable, frío o agresivo con alguien”, “demora o descuido de los estudios o el trabajo”, “hacer trampa en los estudios o el trabajo”, “actos de violencia física”, “traicionar la confianza de un amigo”, “comer demasiado”, “mentir”, “derrochar dinero” y “descuidar el ejercicio”. Los autores concluyeron que los eventos que provocan culpa tienden a ser en su mayor parte de carácter interpersonal y social, en menor proporción, problemas de autorregulación. Es así como se observa que las cuestiones morales tradicionales como mentir o hacer trampa no fueran las principales fuentes de culpa; sino que la culpa se revela más como una cuestión de conformidad y aceptación a las normas y expectativas sociales. (Etxebarria y Pérez, 2003)
Finalmente empezamos a creer que no sentirse culpable por un supuesto mal comportamiento significa que la acción o sus consecuencias no nos importan, lo que nos convierte en malas personas. Sin embargo, la verdad es que no sentirse culpable por algo no significa no preocuparse por ello, simplemente supone vivir la vida según tus valores y no desde lo que nos pide la sociedad.
Afrontar la culpa inicia por validar y defender tus necesidades y creencias sin ser influenciado por lo que piensan o necesitan los demás. De otro modo estarás expuesto a la culpa impuesta por las personas de tu entorno.
Referencias
Etxebarria, I., & Pérez, J. (2003)¿Qué nos hace sentir culpa? Categorías de eventos en adolescentes y adultos de uno y otro sexo. Universidad del país vasco, estudios de Psicología, 2003, 24 (2), pp. 241-252.
BAUMEISTER, R. F., STILLWELL, A. M. & HEATHERTON, T. F. (1995). Interpersonal aspects of guilt: Evidence from narrative estudies. En J. P. Tangney & K. W. Fischer (Eds.), Self-conscious emotions: The Psychology of shame, guilt, embarrassment, and pride (pp. 255-273). Nueva York: Guilford Press
Nataly Rodríguez Pulido – Psicologa.co – Especialistas en Salud Mental
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