El límite es aquella línea imaginaria que nos permite delimitar nuestro espacio físico y emocional del de los demás enmarcando a cada uno como un ser individual, estableciendo una frontera entre el “yo” y el “tu”, dando la posibilidad de saber hasta donde y de qué forma pueden las otras personas acceder o acercarse a nosotros.

Al aprender a construir esos límites se da a conocer a los demás que tenemos una existencia propia, diferente a la del otro, donde existe una frontera que cuidaremos puesto que no permitiremos que el otro la traspasé, ya que nos valoramos y confiamos en nosotros mismos en nuestros derechos y principios.

Al establecer los límites nos permitimos expresar con exactitud lo que deseamos y necesitamos, defendiendo nuestra intimidad y espacio personal, siendo claros al momento de comunicar y definiendo hasta donde permitimos el acceso a nuestra vida.

Naturalmente el construir los límites viene con beneficios y retos; entre los beneficios se encuentra la posibilidad de comenzar a tomar las decisiones basado en lo que queremos o no, por complacer o por imposición a los deseos de otros; tendremos mayor autonomía, mayor libertad sin culpa y temor por lo que los otros piensen. Igualmente trae consigo beneficios en la relación consigo mismo, al aprender decir “no” cuando algo no nos apetece sin sentirnos obligados a hacer lo que los otros desean o necesitan, es tranzar esa línea imaginaria entre mi responsabilidad y la responsabilidad del otro frente a sus conductas, esto permitirá que nos podamos expresar nuestras necesidades, pensamientos y sentimientos sin temor ni culpa, conociendo que tengo la posibilidad de decisión frente a lo que me sucede ante la situación que se esta presentando. Al sentirnos mejor con nuestras decisiones, moviliza a que nos sintamos mejor con nosotros mismo y con mayor capacidad de actuar sin restricciones por el que dirán.

Es así que al establecer limites nos damos la oportunidad de construir relaciones interpersonales mas significativas y sanas, donde nuestra actitud será coherente con quien somos y podemos respetar nuestro lugar y el del otro.

Por otro lado, entre los retos encontraremos que algunas personas se alejaran, y al quitarnos el peso de la rabia reconoceremos algunas de las heridas que se han construido y que dolerán, aunque nos dará la posibilidad de hacernos responsables de nuestros sentimientos, pensamientos y por lo tanto asumiremos el control de nuestra vida.

 Es importante tener claro que establecer limites no hace parte de una conducta egoísta o inflexible. Los limites son indispensables para poder preservar nuestro mundo interior, sin embargo, es importante hacerlo de manera adecuada para no transgredir los derechos de los demás.

Referencias

Madrid Salud. (2020). Normas y limites. Obtenido de https://www.madrid.es/UnidadesDescentralizadas/Salud/Publicaciones%20Propias%20Madrid%20salud/Publicaciones%20Propias%20ISP%20e%20IA/PublicacionesAdicciones/ficheros/NormasyLimites.pdf

Navia, C. E., Peckel, E., & Navia, M. I. (2003). Relaciones que nos atrapan. Bogota: Norma.

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