Me gustaría empezar este blog contándoles un poco porque es importante hablar sobre Bullying. Resulta que nosotros normalizamos muchas conductas que se dan en las instituciones educativas y esto puede darse porque el contexto de hace algunos años era muy diferente al de ahora, pero esto realmente está repercutiendo en la salud mental, a tal punto que se han presentado casos fatales. Esto sucede y las personas nos escandalizamos, nos sentimos mal por el momento, pero nos quedamos ahí y es importante leer, conocer y sensibilizarnos sobre este tema, sus consecuencias y las estrategias para abordar estos casos, para no quedarnos de manos cruzadas y poder empezar a actuar.
El bullying es una dinámica de maltrato repetitiva ¿esto que significa? Que no se presenta una sola vez, es sistemático porque siempre es el mismo grupo o el mismo niño molestando o agrediendo a la misma persona y finalmente se presenta el abuso de poder, es decir hay una persona con mayor vulnerabilidad de ser agredida y otra que esta en posición de poder.
Pero en el acoso escolar no solo hay dos actores sociales, el niño que agrede y quien recibe estas agresiones y de ahí el termino el triángulo del bullying, donde faltamos todos los observadores que estamos presentes, pero no hacemos nada frente a estos eventos. Y bueno ¿quiénes son estos observadores? los profesores, directivos, compañeros y padres de familia.
Es decir, que el bullying puede llegar a afectar a todos los involucrados: a los padres, las familias, la escuela y a la comunidad en general (Sullivan, 2004). Los niños que son víctimas de estas agresiones son los más afectados puesto que pueden experimentar miedo, baja de autoestima, pérdida de la autoconfianza, aislamiento, rechazo social, ausentismo escolar, disminución del rendimiento académico. Además de presentar diversos problemas físicos como dolores de cabeza, estómago, espalda, cuello, dificultad para dormir, incontinencia nocturna, problemas respiratorios y disminución del apetito. A nivel de la salud mental pueden experimentar ansiedad, fobia social, depresión, tendencias suicidas, entre otros, que dejan huella a corto, mediano y largo plazo.
Pero bueno, ¿por qué se da esto? Uno de los aspectos que promueven el bullying es la discriminación por cuestiones étnicas, color de piel, identidad de género, orientación sexual o nacionalidad. El bullying se instala y se sostiene de alguna manera en relaciones competitivas e individualistas. En ese sentido el bullying es un hecho social.
Por ello la importancia de abordarlo desde todos los aspectos. Dentro del contexto escolar se debe considerar a los alumnos involucrados, a los observadores, a los profesores y a los padres, en la evaluación de las situaciones en las que se expresa el acoso escolar. Es necesario desde casa y colegio validar emocionalmente al niño que está pasando por estas situaciones y brindarle estrategias que le permitan afrontar el conflicto. También se deben promover relaciones sanas entre compañeros, para que generar vínculos y respeto evitando que se presenten estos patrones de maltrato y abuso.
Desde casa también es fundamental potenciar la comunicación con nuestros hijos, lo ideal es poder escucharlo, validar esas emociones que esta experimentando, permitirle expresarse y acompañarlo, hacerle saber que no está solo y cambiar frases como: “ay no se deje, no sea niña, no deje que se la monten, para que se deja”, por frases como: “entiendo que esta situación es difícil para ti, te genera miedo, siento mucho que tuvieras que pasar por esto, gracias por confiar en mi y contarme, no estas solo, yo estoy acá para ayudarte y acompañarte” y finalmente poder enseñar a nuestros hijos a respetar la diferencia, revisar nosotros como adultos si estamos perpetuando la discriminación, porque puede ser que nuestro hijo no sea la victima de bullying sino el que lo hace y eso también es un llamado de ayuda y el cual debemos acompañar y atender. Por eso es fundamental asistir a psicología cuando evidenciemos que estas afectaciones están interfiriendo en la calidad de vida de nuestros niños y recibir una orientación profesional al respecto.
Referencias:
Musalem, B. R., & Castro, O. P. (2015). Qué se sabe de bullying. Revista médica clínica las condes, 26(1), 14-23. Recuperado de: https://reader.elsevier.com/reader/sd/pii/S071686401500005X?token=3D067A5ED040FB290B2D46C368E7AA8505E520DA7A6262785A6427BE2D509354A4846A2C0DD6FF1565338122356182DB&originRegion=us-east-1&originCreation=20220223164920
Molina Manuela. (2022) Bullying o Matoneo Escolar. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=P0zd9BVd98o
Ruíz-Ramírez, R., Zapata-Martelo, E., García-Cué, J. L., Pérez-Olvera, A., Martínez-Corona, B., & Rojo-Martínez, G. (2016). Bullying en una universidad agrícola del Estado de México. Ra Ximhai, 12(1), 105-126. Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/461/46146696007.pdf
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