A nivel general la maternidad se ha identificado como una etapa positiva, suele ser sinónimo de desarrollo, protección, afecto y educación, sin embargo, se ha encontrado que en algunas mujeres durante y después del embarazo prevalecen sentimientos de tristeza, ansiedad y cansancio constante, lo que afecta las actividades diarias en su contexto familiar, laboral y personal.
¿Qué es la depresión postparto?
El concepto de depresión postparto ha tenido múltiples definiciones, una de ellas la define como un estado de ánimo donde se presentan sentimientos de tristeza, de desesperanza, miedo, alteraciones en las rutinas de sueño y alimentación, sin embargo, es importante mencionar que aproximadamente el 60 a 85% de mujeres puede presentar algunos síntomas que aparentemente se relacionan con una depresión en los primeros días del postparto, pero estos muchas veces hace parte del periodo normal y generalmente son leves y se resuelven pronto, lo que se conoce como “postpartum blues” o disforia postparto; por ello cabe la importancia de solicitar una evaluación profesional e integral para así no caer en un diagnóstico no real (Mendoza & Saldivia, 2015). A diferencia de lo anterior, el trastorno de depresión postparto consta de la sintomatología propia de un episodio depresivo mayor en el cual se presentan ideas obsesivas, ansiedad, pobre percepción del rol materno, alteraciones motoras o cognitivas (pensamientos negativos repetitivos, alteraciones en la memoria y atención), acompañado de sentimientos de tristeza extrema; lo anteriormente mencionado debe ocurrir de manera frecuente (durante más de dos semanas) (Mendoza y Saldivia, 2015).
¿Cuáles podrían ser las causas de la depresión postparto?
A lo largo de diferentes investigaciones se han sugerido múltiples etiologías acerca de la explicación de por que se desarrolla la depresión postparto, sin embargo, esta es una problemática multicausal y va a depender de diferentes factores que estarán asociados a la aparición de esto y a su vez a que se mantenga. Desde una mirada biológica, después de un parto los niveles de hormonas en las mujeres suelen bajar rápidamente, lo que genera alteraciones químicas que pueden desatar cambios en el estado de ánimo, adicional se generan cambios en las rutinas de sueño, en donde en la mayoría de las veces se reducen las horas de sueño lo que generará cansancio y agotamiento físico y mental, factores que pueden contribuir a los síntomas de la depresión postparto (Rodríguez, Olivares, Izquierdo, Soto y Huynh-Nhu, 2016).
A diferencia de otros trastornos del estado de ánimo en los cuales se ha encontrado que el principal detonante son factores biológicos, Rodríguez, Olivares, Izquierdo, Soto y Huynh-Nhu (2016) realizaron una revisión de diferentes estudios en los que en su mayoría encontraron que los factores asociados de mayor prevalencia a esta problemática son componentes sociales y contextuales. Por su lado Lancaster, Gold, Flynn, Yoo y Marcus (2010) identificaron diversos factores de riesgo relacionados con esta problemática, ansiedad materna, eventos vitales estresantes (divorcio, muerte de un familiar, perdida del empleo, etc), historia previa de depresión, falta de apoyo social, violencia doméstica, intención con el embarazo y factores socio-económicos.
¿Cuáles son las consecuencias de una depresión postparto?
Cuando ocurre este tipo de problemáticas las consecuencias pueden tener implicaciones negativas en el desarrollo social, emocional y cognitivo del bebé, así mismo influirá en la relación futura mamá-hijo. Adicional esto puede generar mayor probabilidad de trastornos conductuales en los niños en el futuro y generar casos de maltrato infantil. De igual forma, no solo traerá consecuencias a nivel individual, sino que también provoca disminución en el bienestar de la familia y afectación en los diferentes contextos a los que pertenece la mamá (Mendoza y Saldivia, 2015).
¿Que se debe hacer en caso de sospechar una posible depresión postparto?
Es importante acudir a un profesional el cual pueda realizar una valoración integral y así se pueda evaluar durante y después del embarazo la presencia de síntomas psicológicos depresivos. Teniendo en cuenta lo abordado, es indispensable que en dado caso de que se presente algunas de las sintomatologías de manera constante, se debe buscar apoyo profesional, familiar y social.
Un mayor énfasis en la salud mental perinatal /posnatal y en los factores de riesgo que pueden comprometerla es una de las estrategias más simples de prevención si se utiliza de una forma rigurosa e integral.
Referencias:
Lancaster, C., Gold, K., Flynn, H., Yoo, H. & Marcus, S. (2010). Risk factors for depressive symptoms during pregnancy: a systematic review. American Journal of Obstetrics and Gynecology, 202, 5–14.
Mendoza & Saldivia (2015). Actualización en depresión postparto: el desafío permanente de optimizar su detección y abordaje. Rev Med chile, 143, 887-894
Rodríguez-Muñoz, M., & Olivares, M., & Izquierdo, N., & Soto, C., & Huynh-Nhu, L. (2016). Prevención de la depresión perinatal. Clínica y Salud, 27 (3), 97-99.
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