El trastorno por déficit de atención con hiperactividad, conocido por sus siglas como TDAH, es un problema de salud mental que suele aparecer en la infancia, generalmente a partir de los 7 años (aunque actualmente la American Psychiatric Association en su Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales aumentó la edad requerida al momento del inicio de los síntomas desde antes de 7 años hasta menos de 12 años), y que está clasificado como un trastorno de conducta. Se caracteriza, de ahí su denominación, porque los niños se muestran hiperactivos (una actividad física excesiva), impulsivos y tienen problemas para mantener la atención en una única actividad de forma continuada.

Todo ello conlleva problemas en el rendimiento escolar, así como en sus relaciones personales con los amigos, los profesores y la propia familia.

No se conocen las causas del TDAH, aunque los diferentes estudios que se han realizado apuntan a que hay un componente genético importante, hasta el punto de que algunos expertos consideran que existe un 76% de posibilidades de que los hijos de una persona con este trastorno también lo desarrollen. Asimismo, los estudios más recientes consideran que el ambiente familiar (hogares desestructurados) y el entorno social (relaciones conflictivas) sólo pueden actuar como reforzadores de los síntomas, pero no contribuir a la aparición de la enfermedad.

Los pacientes de edad igual o mayor a 17 años necesitan mostrar menos conductas problemáticas descritas en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales que pacientes más jóvenes para que se les diagnostique trastorno por déficit de atención con hiperactividad. La gravedad de algunos síntomas, como la hiperactividad, puede disminuir a medida que maduran los niños.

Los principales síntomas que se presentan están relacionados con las siguientes conductas:

Si predomina la hiperactividad:

  • Frecuentemente, mantiene un estado de excitación continua
  • Habla mucho, incluso en situaciones en que debe permanecer callado, como durante la clase
  • Se muestra inquieto en clase y le cuesta mucho permanecer sentado. Se remueve constantemente en la silla y puede llegar a levantarse durante la clase
  • En situaciones en las que debe mantener una actitud de espera, no para de moverse, saltar y correr
  • Interrumpe muy a menudo a los demás en conversaciones, juegos, etc. En actividades de grupo es incapaz de esperar su turno. Incluso tiende a responder antes de que la persona que habla con él haya terminado de formular la pregunta
  • No puede mantenerse tranquilo mientras juega

Si predomina más el déficit de atención:

  • Tiene problemas para mantener la atención en cualquier actividad que esté realizando, lo que le lleva a cometer errores por perderse los detalles de las cosas
  • Se distrae con suma facilidad ante cualquier estímulo externo
  • No termina lo que empieza y cambia de actividad rápidamente
  • Le resulta muy difícil organizarse, de modo que pierde cosas que necesita para realizar una actividad o las olvida en casa frecuentemente cuando se trata de cosas del colegio. También olvida los deberes que tiene que hacer o las tareas que se le encomiendan en casa
  • A veces  se muestra como ausente, como si no escuchara lo que se le está diciendo





En una guía clínica actualizada sobre TDAH, la American Academy of Pediatrics resalta la necesidad del tratamiento continúo y el trabajo terapéutico en equipo, que incluya profesionales de la salud médica y mental, así como familias y personal escolar. Las recomendaciones también destacan la importancia de identificar y descartar otros trastornos adicionales que puedan presentarse tales como trastornos emocionales o de la conducta (por ejemplo, ansiedad, depresión, trastorno de oposición desafiante, trastornos de la conducta, uso de sustancias), trastornos del desarrollo (por ejemplo, trastorno de aprendizaje y lenguaje, trastornos del espectro del autismo), y trastornos físicos (por ejemplo, tics, apnea del sueño).

La evaluación, el tratamiento y el monitoreo son procesos continuos, a lo largo de la vida del paciente, que hay que abordar durante toda la atención médica del niño y del adolescente y en la transición del adolescente al adulto.

Los tratamientos para TDAH no se han modificado en gran parte; la evidencia resalta la necesidad de atención médica continuada y la coordinación con personal escolar y otros miembros de la comunidad.

Una acción clave es que para los niños de 4 y 5 años la primera línea de tratamiento debería ser el aleccionamiento de progenitores con respecto al manejo de la conducta o las intervenciones conductuales en el salón de clases. También se pueden utilizar fármacos, pero ahora se da más importancia al aleccionamiento de progenitores para el manejo de la conducta como tratamiento de primera línea.

La investigación indica que se obtiene algún beneficio con el aleccionamiento similar de progenitores y maestros en el manejo de la conducta de estudiantes de secundaria con TDAH.

Se debe tener en cuenta que el TDAH es un trastorno crónico y no un “simple problema de conducta” y por lo tanto se deben seguir los principios del modelo de atención crónica y el manejo del “hogar médico” (seguir recomendaciones y pautas en casa).

Sabemos que un niño con diagnóstico de TDAH se beneficia más cuando hay una colaboración entre familias, sus médicos, sus maestros, quienes pueden necesitar idear planes de instrucciones y apoyo especiales. Así mismo tutores, consejeros escolares y otras personas que pueden desempeñar un papel importante en la vida de un niño y que a menudo tienen mucho que aportar al proporcionar información y trabajar en soluciones.

Aunque sabemos que el TDAH puede ser difícil y frustrante para las familias, los niños que se identifican en una etapa temprana y reciben tratamiento apropiado pueden aprender a manejar sus síntomas y tener éxito. Con la ayuda de adultos que apoyen y cuiden al niño, este es un esfuerzo de equipo que da frutos a largo plazo.

A continuacion encontrarás unos lineamientos simplificados para comenzar a implementar en diferentes espacios que frecuenta tu hij@ con sospecha de diagnóstico de TDAH o diagnóstico de TDAH confirmado.

A la hora de realizar una tarea específica, como los deberes escolares, por ejemplo, que es una de las situaciones que mayor problema trae a la hora de cumplir normas, puedes tener en cuenta las siguientes recomendaciones para la casa y para el colegio:

  1. Da órdenes una a una
  2. Manten el contacto visual mientras le hablas
  3. Simplifica las reglas
  4. Asegúrate que entendió las instrucciones
  5. Establece un lugar para el estudio
  6. Haz que haga una sola cosa a la vez
  7. Alista lo necesario antes de sentarse a hacer una tarea
  8. Empieza con periodos cortos y ve ampliándolos
  9. Evita los distractores
  10. Elabora listas de verificación de actividades y tiempos
  11. Planea las cosas y no improvises

 

Recomendaciones para el colegio (docentes):

  1. Evite poner rótulos negativos
  2. Hágale sentir que usted está para ayudarlo
  3. Observe cuidadosamente al niño y descubra en qué situaciones trabaja mejor
  4. Sea consistente con las normas frente al niño
  5. Elabore un plan de puntos para alcanzar un premio
  6. Premie con reconocimiento
  7. Vincúlelo a la práctica de un deporte
  8. Utilice colores suaves para la decoración
  9. Converse de los temas que al niño le interesan, escúchelo
  10. Detecte los detonantes de la conducta indeseada y suprímalos

 

Dentro del aula de clase:

  1. Ubique al niño al frente
  2. Programe actividades cortas
  3. Maneje la evaluación por etapas y conceda mayor tiempo
  4. Imprima altos contenidos emocionales a las actividades ¡Motívelo!
  5. Valore el esfuerzo más que el resultado
  6. Revise constantemente sus cuadernos
  7. Prepare diferentes estrategias para enseñar el mismo tema
  8. Empiece cada clase explicándoles lo que van a hacer
  9. Invite a las actividades mostrando todo el entusiasmo que pueda, como cuando se proponen ir a jugar. El obejtivo será despertarle gran interés en cada actividad que queramos que haga
  10. Felicitélo por cada intento

Una visita temprana al pediatra y neuropsicóloc@ determinará el camino a seguir y el tratamiento con las diferentes disciplinas de la salud física y mental del niño o el adolescente, con el fin de reforzar y pulir estrategias adicionales a las que has leído.

 

Referencias

 

Guía de estrategias para el manejo de TDAH. Caja de Compensación Familiar Cafam. Subdirección de Salud. Área de Psicología. Recuperado el 21 de Octubre de 2019.

Sanitas (2019). TDAH: qué es, síntomas y causas. Recuperado el 21 de Octubre de 2019. Disponible en https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/psicologia/tdah-que-es.html

Brown, T. (2019). Guía para trastorno por déficit de atención con hiperactividad de la American Academy of Pediatrics resalta la atención en equipo. Medscape. Disponible en https://espanol.medscape.com/verarticulo/5904586?nlid=132010_4021&src=WNL_esmdpls_191014_mscpedit_gen&uac=341814HG&impid=2129912&faf=1#vp_2. Recuperado el 21 de Octubre de 2019.

 

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