Red Flags en las relaciones de pareja

Todas las relaciones de pareja son distintas, se ven comportamientos diferentes que para algunos pueden ser considerados como agradables mientras que a los ojos de otras relaciones son comportamientos inconcebibles o simplemente extraños; el punto esta en que cada relación de pareja establece lo que es adecuado y grato en la relación, y que no es agradable o simplemente está prohibido.

Sin embargo, hay algunas propuestas desde la terapia de pareja que establecen como algunos comportamientos, independiente de la cultura, las reglas sociales y el tipo de relación de pareja que se tenga, son acciones que deteriora la relación y puede llevar mucho más rápido a una ruptura de la relación. Digamos que, en cierta medida, estas acciones son un tipo de Red Flagg, que la ciencia ha demostrado predicen que el deterioro de la relación.

En primer lugar, tenemos los comportamientos críticos, estos pueden ser tanto las expresiones directas de critica o inconformidad, como las acciones pasivas que demuestran indiferencia o molestia de manera indirecta; algunos ejemplos pueden ser los típicos “eres un perezoso”, “eres una tacaña”, “eres igual a tu padre o madre”, como comportamientos como desviar la mirada, generar un gesto de desaprobación o expresar algo como “tus veras que haces”. El punto principal de estos comportamientos se trata de expresar de manera fría y agresiva la inconformidad con respecto a alguna acción, opinión o situación que realiza el otro miembro de la relación, y que a pesar de que son intentos por cambiar aquellos que se considera desagradable, solo son vistas como ataques por parte de quien las recibe.

En segundo lugar, podemos ver las actitudes defensivas, las cuales son entendidas como todas las acciones que desarrolle alguno de los miembros de la pareja para minimizar, desentenderse o evitar hacerse responsable de los problemas, las actitudes y acciones que han generado algún tipo de daño en la relación de pareja o hayan ocasionado alguna situación problemática en la vida de uno o ambos miembros de la pareja. El punto central de estos comportamientos es que se evita generar acciones para reparar el daño, y se genera un gran esfuerzo por evitar aceptar la responsabilidad o la equivocación.

En tercer lugar, están los desprecios, estos serian comportamientos que no necesariamente se refiere, por ejemplo, a rechazar algún regalo que se haya dado por la pareja debido a que no se considera como algo agradable (seamos sinceros, siempre existe la posibilidad de equivocarnos de regalo), sino que se trata de acciones que demuestran indiferencia y desaprobación o incluso irrespeto con respecto a los gestos que genera la pareja en busca de complacer, agradar o generar interés por parte de quien los recibe. El problema de estos comportamientos es que se acumulan expresiones de desprecio y desinterés ante acciones que buscan captar la atención y el aprecio, lo que genera a la larga, que dejen de realizarse dichas acciones.

Finalmente, en cuarto lugar, están las actitudes evasivas las cuales son una respuesta al desprecio recibido por parte del otro, lo cual, puede ser visto como una forma de defenderse o protegerse frente a situaciones que hacen daño a nivel emocional, pero que a la larga impide que se desarrolle alguna estrategia para solucionar la situación. Aquí la persona que ha sido víctima de algún tipo de desprecio, genera acciones para evitar continuar en la situación de conflicto, buscaran evitar a la persona que genera estas acciones y se aislaran evitando la confrontación o el establecimiento de limites; es importante tener en cuenta que a pesar de que sea una estrategia defensiva, no es una muy buena forma de resolver la situación pues no representa en ninguna forma un afrontamiento y solución de la situación.

Entonces teniendo claro que comportamientos pueden destruir la relación, ¿Qué podemos hacer para generar una relación más saludable?

1. Concéntrate en el problema y no en la persona. Los problemas de pareja se resuelven en pareja, lo que quiere decir que ambos deben hacer parte de la solución así el origen del problema es solo uno de los miembros de la pareja (aunque a decir verdad esto es muy poco frecuente, lo usual es que el problema sea generado por ambos); se busca trabajar en equipo viendo el problema como un enemigo externo a la relación que ambos deben abordar.
2. Expresa la incomodidad o inconformidad sin acusaciones. Generalmente frente a una acusación las personas tendemos a tomar una actitud defensiva porque son registrados a nivel cerebral como ataques en contra de nosotros, es por ello que es más recomendable expresar “me molesta que no hayas lavados los platos ayer”, en vez “eres un puerco/a por no lavar los platos”
3. Aprende a escuchar activamente. Esta es una habilidad que se desarrolla con la practica y se basa en escuchar con la intensión de entender no de responder, de esta manera se busca generar una actitud comprensiva y responsable frente a los errores y las acciones inadecuadas con el fin de realmente generar un cambio en la situación, en vez de desviar la discusión a otras situaciones que no son relevantes en ese momento.
4. Desarrolla habilidades para comunicarte y establecer límites. El problema de no comunicar lo que te incomoda es que 1) no cambia o elimina lo que te desagrada y 2) impide que los demás sepan que te desagrada, básicamente esto es una forma de perpetuar aquello que se reconoce como problemático. Es importante reconocer que puede ser difícil y es posible que haya temor por hacer esto, aquí te invito a experimentar esta incomodidad con el fin de mejorar tu calidad de vida y generar una relación más sólida.

Por último, una recomendación que siempre me gusta realizar es asistir a terapia, pues es en este espacio donde puedes recibir la orientación, las herramientas y los conocimientos que pueden ayudarte a alcanzar no solo una mejor calidad de vida para ti y tu pareja, sino también construir una vida que valga la pena ser vivida, llena de experiencias valiosas e importantes.

Jorge Torres Lancheros – Psicologa.co – Especialistas en Salud Mental

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