Estrés decembrino: Aumento en ataques cardíacos y conflictos emocionales – PSICOLOGA.CO

Estamos en Diciembre y comienzan a presentarse invitaciones para compartir en familia, con la familia de nuestras parejas, amigos, incluso compañeros de trabajo, el tráfico puede tornarse más pesado porque más personas salen a la calle a cumplir con dichas reuniones y compromisos sociales, a hacer compras navideñas, asistir a las novenas o a ver los alumbrados navideños.

En un principio estas actividades nos llenan de ilusión, las empezamos con entusiasmo pero a lo largo del día pueden desencadenar ciertos niveles de estrés.

Algunos estudios han demostrado que por estas fechas se produce un aumento de la incidencia de ataques cardíacos y muertes relacionadas con el corazón durante la temporada festiva, lo que puede deberse al estrés, consumo excesivo de alcohol, una dieta rica en grasas o una combinación de los tres factores. Por tanto, es de suma importancia que le pongamos remedio al estrés de las vacaciones navideñas cuanto antes.

Algunas reuniones familiares por ejemplo, pueden terminar en altercados y confrontaciones que generan malestar debido a antecedentes de conflictos entre los miembros de la familia que no se han resuelto (ya sean de tipo personal o incluso por diferencias políticas y religiosas), y que debido a que las emociones se encuentran a flor de piel en estas fechas, salen a flote en dichos encuentros. Además en estas fechas especiales, al igual que en los cumpleaños o en los aniversarios relacionados con alguna pérdida significativa (como el fallecimiento de un ser querido o la ruptura de una relación de pareja), suelen aparecer recuerdos melancólicos asociados precisamente con dichos duelos. Otro factor estresante que suele aparecer en estas fechas es el estrés generado por los gastos adicionales en los que la gente suele incurrir por los regalos, comidas y/o viajes que también en varias ocasiones suelen ser exagerados y que luego repercuten en la economía del siguiente año. También para algunas personas es difícil manejar ese balance entre el trabajo y las reuniones que se presentan casi a diario, sobretodo en familias con hijos en donde los niños salen a vacaciones mientras los padres continúan trabajando.

Las emociones y los sentimientos se mezclan entre sí y debido a la felicidad, la melancolía, el querer soltar los rencores, el cansancio acumulado de todo el año, se genera ansiedad por la incertidumbre relacionada con no saber qué sentir ni cómo comportarse.

Cuando queremos dejar de pensar y sentir diferente debemos dejar atrás las conductas que hemos presentado repetitivamente a lo largo del tiempo. Si por ejemplo estamos cansados de que todos los años pase lo mismo en las reuniones familiares, que se hagan las mismas actividades y caigamos en la rutina que aburre, piensa cómo puedes realizar actividades diferentes que le den un respiro a la cotidianidad. Por ejemplo si en la Nochebuena suelen reunirse en la casa de los padres, piensa este año en reunirte en la casa de los abuelos o en tu propia casa para que el ambiente sea diferente, renovado y novedoso. Explora las tradiciones familiares que se han ido perdiendo a lo largo del paso de las generaciones y que pueden ser un punto de encuentro y de reconciliación entre las nuevas generaciones que fortalecen el sentido de pertenencia y de identidad también personal, y que pueden hacer surgir nuevas tradiciones. Relacionado con lo anterior, es importante tener en cuenta evitar comer en exceso. Las cenas y los platillos de las festividades suelen ser altos en grasa y en azúcar. No te prives de disfrutar pero balancea tu dieta, controlando por ejemplo las porciones.

Ten en cuenta que pretender que las reuniones familiares sean igual a las de las películas o a las de tu pareja o tu mejor amigo, es algo que es imposible porque cada persona es un universo único, así mismo las familias, que tienen su propia historia, tradiciones, complejidades, problemas personales y altibajos. Puede que algún miembro de tu propia familia o alguien externo a ésta como un/a yern@, un/a nuer@, un/a suegr@ no sea de tu agrado; tendrás tus razones pero recuerda que en este tipo de reuniones es importante mostrar tu educación, y no sólo por los demás sino por ti mismo. Recuerda que para pelear se necesitan dos y el iniciar o no un conflicto será meramente tu responsabilidad. Con diálogo, comunicación, empatía y madurez se puede pasar un momento cordial. Es sólo un día al año en el que tu comportamiento hace la diferencia. Si te es difícil de manejar y deifnitivamente algún conflicto interfiere con tus valores personales comienza a priorizar y a decir no a algunos compromisos innecesarios.

Si tienes espos@ probablemente te habrás encontrado con la dificultad de “¿en dónde y con quién paso las festividades?”. Una práctica común es pasar una fiesta con la familia de un miembro de la pareja y otra con la familia del otro miembro y de esta forma turnarse cada año. Otras parejas realizan acuerdos previos y por ejemplo tienen claro que pasan sus festividades con sus respectivas familias. Si tienes la capacidad económica y de espacio, puede ser la misma pareja quien organice las reuniones e invitar a las familias de ambos miembros y así tener una reunión muy grande. Si eres divorciad@ y tienes hijos con tu expareja también se pueden llegar a negociaciones en las que los niños y/o los adolescentes compartan reuniones diferentes con ambas partes de las respectivas familias y turnarse cada año.

Las fiestas decembrinas pueden ser una oportunidad para reflexionar sobre lo que has hecho o dejado de hacer, sobre los pendientes que tienes por resolver, y a través de una flexibilidad de tu comportamiento, adquirir mayor madurez emocional y pensar que tienes un año venidero para establecer prioridades, identificar objetivos, metas, expectativas, planear estrategias para alcanzarlos y ubicarlos en el calendario del nuevo año.

El poder vincularte a alguna fundación o a algún voluntariado en el que brindes afecto, apoyo, incluso cosas materiales como ropa, juguetes que ya no uses (lo anterior además te permite renovar tu armario y salir de objetos que hacen que se acumulen y sintamos más estrés por que no cabe en nuestro armario, habitación o en la misma casa), y/o alimentos, te permite experimentar la satisfacción que se siente al brindar apoyo al prójimo.

En cuanto a los gastos económicos, ten en cuenta que el verdadero encanto del dar y el recibir radica en precisamente la intención que tengas para con la persona que quieres sorprender. Sé consciente de tus límites y no gastes más de lo que recibes. Si es necesario haz uso de los créditos pero siempre de forma responsable. Recuerda que no lo pagas ahora pero sí más adelante. Planificar los gastos y ser realista con los mismos te ayudará en este ámbito. El gasto excesivo puede ensombrecer el verdadero sentimiento de la Navidad. En vez de plasmar en una lista los regalos que quieres, puedes organizar actividades divertidas en familia, en donde todos colaboren, con el fin de reforzar las relaciones y tener un recuerdo agradable de estas fechas.

Enfócate en lo positivo que traen estas temporadas, comparte con los tuyos, da y recibe con afecto, planea un viaje de descanso para llegar recargado a cumplir con las responsabilidades del nuevo año y ¡Felices Fiestas!

Referencias

Azaret, M. (6 de Diciembre de 2019). Algunos consejos para lidiar con el estrés que generan las fiestas de fin de año [Video]. Recuperado el 9 de Diciembre de 2019. Disponible en https://cnnespanol.cnn.com/video/marisa-azaret-navidades-familia-dificil-salud-realidades-cnnee/

Pelegrin, S. (11 de Diciembre de 2016). ¿Qué nos produce estrés en Navidad?. Recuperado el 10 de Diciembre de 2019. Disponible en https://www.heraldo.es/noticias/sociedad/2016/12/11/que-nos-produce-estres-navidad-1147191-310.html

Romero, S. (s.f.). Cómo reducir el estrés en Navidad. Recuperado el 10 de Diciembre de 2019. Disponible en https://www.muyinteresante.es/salud/fotos/como-reducir-el-estres-en-navidad/