Con frecuencia pensamos que los niños(as) y adolescentes no entenderán las situaciones asociadas a la muerte, deseamos protegerlos del dolor que genera perder a un ser querido o del miedo que nosotros mismos tenemos frente a este suceso natural de la vida, pues finalmente, desde que nacemos empezamos a morir. Por lo tanto, no debería ser un tema tabú en nuestros hogares o en las instituciones educativas. Hoy te contamos como hablar de la muerte con niños, niñas y adolescentes ya que ellos tienen la capacidad de comprender lo que pasa, y en ocasiones pueden llegar a sentirse ignorados o engañados por su familia al no ser incluidos estas noticias difíciles.
Para iniciar estas conversaciones será necesario tomar en cuenta la etapa del desarrollo en la cual se encuentra el niño(a) o adolescente, y los conceptos clave relacionados con la muerte, estos son: la universalidad, es decir, todos los seres vivos, morimos. La irreversibilidad, la muerte es un estado permanente, no temporal. La absolutidad, relacionada con que el cuerpo deja de realizar sus funciones vitales y por último la causalidad, lo cual indica que existe una causa física, la muerte no se asocia con los pensamientos, la ira u otras emociones, ya que los niños pueden llegar a asociar la muerte de alguien con su enojo con dicha persona.
Así bien, niños(as) hasta los dos años no comprenden aún el concepto de muerte, sin embargo, identifican la ausencia y generarán preguntas entorno a ella. De los tres a los cuatro años, presentan una interpretación literal de la realidad, por lo que no se comprende la universalidad, la irreversibilidad ni el fin de las funciones vitales, por lo que es usual que piensen que la persona que ha muerto, en cualquier momento puede despertar o que está de viaje y va a regresar.
Entre los cinco y seis años, se va interiorizando la irreversibilidad de la muerte, luego sobre los ocho o nueve años se ha adquirido completamente y empiezan a ser claro que es un suceso posible para todos, por lo que pueden generarse miedos respecto al tema. Más tarde, hacia los once años se conserva que la muerte implica el fin de las funciones vitales y dejan de tener preocupaciones sobre cómo estará la persona fallecida, y finalmente en el ingreso a la adolescencia, a los doce años se inicia la evolución del pensamiento formal, por lo que llegan a ser más conscientes de lo que significa morir y el impacto que puede generar.
Tenga en cuenta que, a diferencia de los adultos, los (as) niños (as) pueden mostrar su tristeza de manera ocasional y breve, es decir, puede tener un periodo de aflicción y posteriormente centrar su atención en un juego. Su dolor puede manifestarse con falta de interés, falta de apetito, problemas de sueño o dificultades en su comportamiento y en el rendimiento escolar.
Algunas recomendaciones si la familia enfrenta una situación de muerte son:
- Incluya al niño en los procesos de duelo familiar, esto le ayudará a notar que hay un dolor compartido favoreciendo la expresión emocional.
- Muestre su dolor, permítase llorar o expresar sus emociones frente al niños, esto le hará saber que no le duele sólo a él, le ayudará a comprender que está bien expresar ya que ello contribuye a una gestión emocional saludable.
- Permítale participar en ritos funerarios si el desea hacerlo, esto favorece la ubicación en la realidad de la perdida.
- Haga saber al niño los motivos que han provocado la muerte, de manera que logren comprender la situación evitando la posible aparición de culpa.
- Evite comentarios como “se fue al cielo”, debido a que puede generar falsas expectativas en el niño, que fácilmente podría pensar “¿Cundo va a volver del cielo?”
- Informe la situación al colegio, de manera que el equipo docente tome en consideración la situación que vive el niño.
- Permita que el niño retome sus rutinas diarias.
- Si se siente superado(a) por la situación busque ayuda profesional, existen profesionales especializados en acompañar este tipo de problemáticas en niños (as) y adolescentes.
Referencias
Norero V., Colomba. (2018). La maduración cerebral en el niño. El caso de la adquisición del concepto de muerte y su evolución. Revista chilena de pediatría, 89(1), 137-142. https://dx.doi.org/10.4067/S0370-41062018000100137
Grunblatt, N. (2021). Hablando de la muerte con los niños. Revista de psicología, 7 , 1-7.
Garcia, A., I. & Beliver, P., A. (2019). El proceso de duelo: Particularidades en la infancia y adolescencia. Psicobioquimica, 6 , 99-114.
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